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Este articulo fue tomado de Harry Potter Wiki y modificado con contenido y/o adaptado a la temática de esta wiki
Maldición Cruciatus
Luz Roja
Conjuro Crucio
Tipo Maldición
Movimiento de mano Apuntar con la varita a la víctima
Efecto Causa un dolor insoportable en la víctima

La maldición Cruciatus, también conocida como maldición de la tortura, es una maldición que, junto con la maldición Imperius y la maldición asesina, conforma el grupo conocido como las tres maldiciones imperdonables. Se trata, por tanto, de uno de los hechizos de magia oscura más tenebrosos de todos. Su conjuro es Crucio.

Su efecto consiste en infringir dolor físico intenso e insoportable en su víctima (ya sea un ser humano o una criatura viviente), pudiendo llevarla a la locura si se la expone a la maldición durante un tiempo prolongado. La pena por el uso de esta maldición en otro ser humano es de cadena perpetua en Azkaban, a menos que haya pruebas suficientes de que el usuario la utilizó bajo la influencia de la maldición Imperius.

Historia[]

La maldición Cruciatus fue inventada durante la Edad Media por magos o brujas tenebrosos, siendo muy popular en aquellos tiempos.

Juicio maldiciones imperdonables

Desde 1717, en el Reino Unido, el uso de la maldición Cruciatus está penado con una condena de prisión perpetua en Azkaban

Después de que el Consejo de Magos se convirtiera en el Ministerio de Magia, se colocaron fuertes restricciones al uso de ciertos tipos de magia. Así las cosas, el Ministerio consideró a la maldición Cruciatus como magia tenebrosa y, junto con la maldición Imperius y la maldición asesina, fueron declaradas "imperdonables" en todo el Reino Unido en 1717.

A partir de ese momento, el uso de cualquier maldición imperdonable en un ser humano llevaría al mago o bruja en cuestión a una pena de cadena perpetua sin libertad condicional en Azkaban, a menos que el usuario pudiera probar que la utilizó bajo la influencia de la maldición Imperius.

Naturaleza y efectos[]

Crucio víctima

Víctima de la maldición Cruciatus experimentando el insoportable dolor causado por la misma

La maldición Cruciatus es descrita como un haz de luz rojo que sale disparado desde la punta de la varita, el cual debe impactar en su objetivo para producir sus efectos.

Las víctimas de la maldición describen el dolor causado por esta como si "si cuchillos candentes le horadaran cada centímetro de la piel", el cual va más allá del que la mayoría de las personas han podido experimentar. La sensación de la maldición es tan intensa que la persona bajo sus efectos desea quedar inconsciente e incluso morir, como forma de escapar del dolor.

El dolor provocado por esta maldición puede causar daños mentales permanentes en su víctima si se la expone por un largo período de tiempo. Este destino es considerado incluso peor que la muerte.

En caso de que la maldición impacte sobre un objeto inanimado, este estallará en añicos.

Los encantamientos desmemorizantes pueden ser rotos mediante la tortura, por lo que la maldición Cruciatus es muy útil para lograr tal hazaña. Sin embargo, se requiere que la persona sea expuesta a la maldición por un determinado tiempo e intensidad para lograr romper el encantamiento. Así las cosas, si bien es posible que el individuo recupere su memoria, los daños y secuelas tanto físicos como mentales que quedarán en éste serán irreparables.

Aunque es posible utilizar esta maldición sobre un guardián del secreto, para sonsarcarle la información mediante la tortura, es imposible que se rompan los efectos del encantamiento Fidelius, toda vez ello se logra cuando el guardián revela el secreto de manera involuntaria.

Lanzamiento[]

Para realizar con éxito esta maldición, no basta sólo con apuntar a la víctima y pronunciar el conjuro; por el contrario, el usuario debe poseer un profundo deseo de causar dolor a la víctima y disfrutar de su sufrimiento. Así las cosas, la rabia contra la persona no es suficiente para ejecutar la maldición con éxito; en estos casos, la víctima sólo será empujada varios metros.

Asimismo, la intensidad de sus efectos dependerán de la intensidad del deseo de infringir dolor que tiene el usuario; cuanto mayor sea este deseo, el dolor infringido será más fuerte.

Defensa[]

Una vez lanzada, la víctima no tiene a disposición ningún hechizo para defenderse contra esta maldición. Sin embargo, puede esquivarla o evitar sus efectos de diversas formas.

Así, la maldición puede ser esquivada evitando recibir el haz de luz roja, o bien escondiéndose detrás de un objeto sólido. A su vez, una persona con una gran voluntad puede ser capaz de resistir el dolor hasta que se dejara de usar la maldición sobre ella.

Otra opción es interrumpir al usuario antes de que pudiera terminar de pronunciar el conjuro. Asimismo, al igual que ocurre con la maldición asesina, la maldición Cruciatus ser interceptada en el momento justo con otro hechizo.

En caso de que el lanzador utilice una varita, sin haber ganado su lealtad, para lanzar la maldición, contra el verdadero maestro de la varita, esta se negará a dañar a su maestro, por lo que este no sufrirá dolor alguno. No obstante, sí podrá ser enviado a volar varios metros si es alcanzado por el haz de luz.

Aunque el propósito principal de esta maldición es torturar, no puede usarse para atravesar las defensas establecidas por el encantamiento Fidelius, ya que el secreto debe ser revelado voluntariamente por el guardián de los secretos. Además, si la víctima no posee la información deseada, entonces el uso de la maldición servirá de poco o nada en estos casos.

Usos[]

Además de su uso básico para infligir dolor sádicamente, la maldición Cruciatus también se ha aplicado popularmente como método de castigo o interrogación.

El advenimiento de los sueros de la verdad hizo que la maldición Cruciatus quedara obsoleta, siendo en la actualidad un método poco práctico para recabar información. Sin embargo, si no se dispone de sueros de la verdad, el interrogador puede optar por usar esta maldición en su lugar.

En comparación con los de sueros de la verdad (o la maldición Imperius), la maldición Cruciatus es mucho menos eficiente, ya que hay un alto riesgo de que la víctima confiese falsamente para aliviar su sufrimiento, independientemente de si realmente posee la información que el interrogador desea. Además, como esta maldición no puede obligar a un guardián de los secretos a divulgar la información protegida, es esencialmente inútil para este cometido.

Por otra parte, obtiene un uso bastante efectiva en los duelos, pues permite infringir un gran dolor al oponente, impidiéndole contraatacar mientras sufra sus efectos.

Etimología[]

El conjuro de esta maldición, proviene de la palabra en latín "crucio", la cual significa "yo torturo". Por su parte, "cruciatus" obtiene su etimología de la palabra homónima en latín que significa "dolor" o "tortura", cuya raíz se puede ver en otras palabras como "crucifixión".

Curiosidades[]

  • Teniendo en cuenta que esta maldición no causa ningún daño físico a sus víctimas, es posible que su efecto consista en activar los receptores del dolor.

Véase también[]

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